¿Tu situación económica cambió y ahora no puedes pagar las deudas como antes? ¿Te arrepientes de haber tomado un préstamo con condiciones que ahora no te favorecen? ¡No te preocupes! Aunque no cuentes con la capacidad de retroceder el tiempo para hacerlo de manera diferente, sí puedes recurrir a otra opción. En esta ocasión te contaremos qué es la refinanciación de deudas y cómo solicitarla, una alternativa que podría ser para ti.
¿Qué significa refinanciar las deudas?
La refinanciación es una reestructuración de las deudas para obtener condiciones que se ajusten a tus capacidades de pago, pudiendo cambiar elementos claves como el plazo en que se cancelan, posibilitando así que cumplas con una mensualidad menor.
Tipos de refinanciación de deudas
Hay diferentes formas de refinanciar las deudas. La reestructuración se puede obtener con tu mismo banco, logrando así la reducción del plazo para pagar la cuota, o el interés (que también puede ser cambiado). De igual manera, es posible trasladarte a otra entidad financiera para un nuevo préstamo; o unir tus cuotas.
¿Cómo se solicita una refinanciación de deudas?
Inicialmente te recomendamos acudir al banco con el que tengas tus deudas para exponer tu caso y acordar juntos nuevas reglas de pago y nuevos compromisos, como responder a estas obligaciones en un mayor tiempo, pero también con un coste final más alto.
También es posible cambiar la entidad financiera, acudiendo a otra para pedir un préstamo con un contrato diferente. También cuentas con la posibilidad de solicitar la reunificación de deudas para conseguir una sola cuota mensual, que por lo general es más baja por tratarse de más plazo de amortización, pero terminas pagando más por los intereses y el tiempo.
Modalidades de refinanciación
Hay tres diferentes modalidades de financiación que debes conocer para analizar cuál se ajusta mejor a tus necesidades. Acá te las detallamos:
Novación
Con esta modalidad recurres a cambiar las condiciones del préstamo directamente con la entidad financiera con la que lo tienes, proceso en el que estás sujeto a que accedan a aceptar la refinanciación y a negociar el contrato. Como ya dijimos arriba, generalmente se alarga el plazo para pagar y se reduce la mensualidad.
Reunificación
La reunificación se refiere a pedir un préstamo nuevo que permita cubrir todas las deudas que tengas. Así dejarás de preocuparte por varias facturas y solo debes atender a una.
En la mayoría de los casos, con la reunificación se reduce o se aumenta el plazo para pagar, se reduce la cuantía de la cuota y el interés. No obstante, este proceso en ocasiones lleva consigo gastos por comisiones en cancelación.
Subrogación
Si tu banco no quiere renegociar, lo cual puede pasar, tienes la posibilidad de transferirte a otra entidad financiera. Allí buscarías ajustar las condiciones a tus necesidades actuales.
Refinanciación vs reunificación
La reunificación se aplica sobre dos o varias deudas que agrupas para hacerte cargo de una solo cuota mensual, respondiendo a solo un tipo de interés y generalmente con un pago de mensualidad más bajo a la sumatoria de las demás obligaciones con las que contabas. Por otro lado, aun cuando en la refinanciación puede entrar la reunificación, la refinanciación no requiere tener más de una deuda.
¿Cuál es el mejor momento para refinanciar?
Te recomendamos que busques la refinanciación antes de que caigas en impagos. El mejor momento para hacerlo es cuando preveas que no podrás cubrir la deuda. Si te adelantas a esa situación no llegarás a tener reportes o un historial crediticio negativo.
¿Se pueden refinanciar deudas con impagos?
Refinanciar tus deudas es un proceso que se complica si tienes impagos, pues las entidades bancarias analizarán si tienes la solvencia para hacerle frente a las deudas y esta no es una buena señal.
En el mismo sentido, como la refinanciación acarrea costes relacionados con nuevos contratos, apertura de préstamos u honorarios en la operación, si eres deudor moroso podrían considerar que no eres apto. No obstante, hay algunas entidades que acceden a la refinanciación pero sus intereses y comisiones son más elevados.
¿Merece la pena refinanciar las deudas?
Aunque para algunos la refinanciación es una opción viable, para otros no, porque esta brinda un alivio que podrá ajustarse a sus capacidades actuales, pero quizás no a las futuras.
Esto porque aunque se modifiquen las condiciones, caer en la insolvencia y tener nuevas condiciones en las que, en todo caso, la deuda no reduce ni es cancelada, representa un riesgo.
Refinanciación o Ley de Segunda Oportunidad
Si luego de lo que te expusimos sobre la refinanciación no crees que sea buena opción para ti, te invitamos a conocer la Ley de Segunda Oportunidad, creada en 2015, para que quienes sean insolventes y cumplan con ciertos requisitos se acojan a esta, con el fin de reducir o cancelar sus deudas.
Esta ley permite congelar los intereses, buscar soluciones viables a los impagos, y recuperar la tranquilidad al llegar a un acuerdo con los acreedores. Además, ¡no tienes que entregar todos tus bienes para acogerte!
En síntesis, la refinanciación permite reestructurar las condiciones de tus préstamos para que se ajusten a tus necesidades actuales y tengas mensualidades más bajas a cambio de aumentar el coste final de la deuda.
Pero, si la refinanciación no es para ti, está la Ley de Segunda Oportunidad, con la que podremos guiarte y, en lugar de tener que pagar toda tu deuda, podrías reducirla o cancelar su totalidad ¡Contáctanos para saber más!
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