Cómo la Ley de Segunda Oportunidad protege al deudor

Cómo la Ley de Segunda Oportunidad protege al deudor
Cómo la Ley de Segunda Oportunidad protege a los deudores, qué deudas se pueden cancelar y beneficios para particulares y autónomos.

Desde su concepción hasta su aplicación, el mecanismo de Segunda Oportunidad siempre fue pensado para precisamente ayudar a las personas físicas y a los autónomos que, por motivos ajenos a ellos, estuvieran en insolvencia y no pudieran pagar sus deudas.

Por esto, y con el objetivo de dinamizar la economía, la Ley de Segunda Oportunidad, que nació en 2015, se ha consolidado como una salida a este tipo de situaciones que no solo pone en apuros a los deudores, sino que, al mismo tiempo implica pérdidas para el mercado en general.

Con registros actuales, han sido miles los que decidieron acogerse. Para mencionar solo un par de ejemplos, en 2024, de acuerdo a datos oficiales, en los dos primeros trimestres hubo 25.468 procesos, de los cuales el 94%, fueron de consumidores, y el 6% restante fueron de empresarios o autónomos.

Ahora, y de acuerdo con datos del Consejo General del Poder Judicial, el número de personas acogidas pasó de 3.859 en el año 2018 a 20.579 en 2022.

La gran acogida que ha tenido la Ley de Segunda Oportunidad, sobre todo entre las personas, se debe a la protección de los derechos de los deudores. En esta oportunidad te contamos de qué forma se logra esto, así como otros beneficios económicos que reciben los deudores, lee hasta el final.

¿Cómo protege la Ley de Segunda Oportunidad a los deudores en España?

La Ley de Segunda Oportunidad protege al deudor en diferentes aspectos. Vamos a ver en detalle algunos de estos. Para empezar, cuando un deudor se está acogiendo a ella, se detienen los cobros judiciales y medidas como los embargos y las ejecuciones hipotecarias.

Esto se enmarca dentro de la protección del deudor en la Ley de Segunda Oportunidad y los derechos de los deudores en procesos de insolvencia.

Otra de las ventajas más notorias es, por supuesto, la eliminación de las deudas por medio del plan de pagos o la liquidación de activos. A través de dicho procedimiento se logra la cancelación de deudas en España, incluyendo préstamos personales, hipotecas, créditos de otro tipo, uso de tarjetas de crédito, deudas con proveedores, entre otras.

Sobre esto, vale la pena mencionar que, a través del plan de pagos, se permite que el deudor pueda preservar su vivienda habitual y su coche, siempre que lo use para su trabajo o tenga un valor muy bajo en el mercado y no genere una ganancia al venderse.

Otra de las formas de proteger al deudor se presenta al eliminarlo de los ficheros morosos, que interfieren de manera directa en la posibilidad de adquirir en el futuro nuevos créditos, incidiendo también en afectaciones al historial crediticio.

Finalmente, cabe mencionar que el deudor también se beneficia con el congelamiento del aumento de los intereses de las deudas que tenga pendientes, evitando su incremento mientras se realiza el procedimiento.

¿Pueden embargarme si estoy en un proceso de segunda oportunidad?

Tal y como se mencionaba antes, la respuesta es no. Incluso, una de las grandes ventajas de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es que se paralizan los embargos y las ejecuciones hipotecarias desde el momento en que se inicia el proceso. Así, se establece una clara relación entre los embargos y la Ley de Segunda Oportunidad.

Esto supone que, cuando la persona deudora empieza con el proceso, no puede ser ni embargado ni sufrir otro tipo de cobros judiciales, lo que brinda al deudor las garantías necesarias para realizar una renegociación de sus deudas con cierta tranquilidad, sin tener que preocuparse por perder sus bienes.

Cabe mencionar que al embargo se llega cuando el o los acreedores ya han agotado otros medios de cobro, y ante la negativa constante por parte del deudor, deciden cobrar por vías judiciales hasta solicitar el embargo.

Es decir, no es una medida que se adopte de forma inmediata, ya que, para que esta sea aprobada, el acreedor debe documentar con suficientes pruebas la existencia de la deuda, la negativa de pagar o de llegar a acuerdos de negociación por parte del deudor, y luego esperar a que el juez la determine.

En el artículo 592 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, se establece una lista del orden de embargo de los bienes del deudor, que es el siguiente:
 1.º Dinero o cuentas corrientes de cualquier clase.
 2.º Créditos y derechos realizables en el acto o a corto plazo, y títulos, valores u otros instrumentos financieros admitidos a negociación en un mercado secundario oficial de valores.
 3.º Joyas y objetos de arte.
 4.º Rentas en dinero, cualquiera que sea su origen y la razón de su devengo.
 5.º Intereses, rentas y frutos de toda especie.
 6.º Bienes muebles o semovientes, acciones, títulos o valores no admitidos a cotización oficial y participaciones sociales.
 7.º Bienes inmuebles.
 8.º Sueldos, salarios, pensiones e ingresos procedentes de actividades profesionales y mercantiles autónomas.
 9.º Créditos, derechos y valores realizables a medio y largo plazo.

¿Cómo afecta esta ley a los autónomos endeudados?

Tal y como ocurre con las personas deudoras, en el caso de los autónomos, la Ley de Segunda Oportunidad también representa un gran alivio, puesto que les permite eliminar de forma total o parcial las deudas que no pueden pagar.

Esto se puede alcanzar por medio de la liquidación de la masa o del plan de pagos, que se demora más, pero permite que el deudor pueda preservar bienes como su vivienda habitual.

Dentro de los beneficios más importantes para los autónomos está la exoneración definitiva de sus deudas, y la posibilidad de continuar con su actividad comercial.

Así mismo, es posible que los autónomos eliminen hasta 10.000 euros en deudas públicas con Hacienda y el mismo valor con la Seguridad Social.

En síntesis, la Ley de Segunda Oportunidad protege al deudor en varios sentidos. Primero, cuando se está realizando el procedimiento se detienen los embargos, así como los cobros judiciales de deudas. También se congela el incremento de los intereses de mora.

Tras finalizar el proceso, se elimina al deudor de los ficheros morosos, y es posible eliminar un porcentaje de deudas públicas. Además, cumple con una función informativa importante al establecer claramente los requisitos para acogerse a la segunda oportunidad, lo cual permite un acceso más justo y transparente al proceso.

Si quieres acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, pero todavía tienes dudas sobre el proceso, puedes escribirnos.

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