Los problemas de dinero y de deudas siempre van a ser un motivo de preocupación, más si son tan graves que las ponen en riesgo de perder su negocio y sus demás bienes. Así que, para reducir los miedos que se dan en una situación como esa, te hablaremos sobre qué es la bancarrota, para que sepas a qué te enfrentarás.
Concepto y características de bancarrota
La bancarrota o quiebra es la situación jurídica declarada en la que una persona o una empresa no tiene la capacidad de pagar sus deudas, lo que la obliga a no continuar con sus actividades económicas de manera definitiva. Sus características son:
- Es irreversible: Si te declaras en bancarrota no puedes dar vuelta atrás, pues se empezarán a aplicar acciones que terminarán en la desaparición de tu negocio y ya no podrás recuperarlo ni continuar operando con él.
- Es objetiva: La quiebra está definida y tipificada legalmente, así que solo se da si se comprueba según los criterios establecidos.
- Los activos son menores a los pasivos: Las deudas son superiores a los ingresos y bienes, por lo que es imposible hacerles frente.
- Actúa sobre toda la organización: Cuando se formaliza y se entra en concurso de acreedores, se ve afectada jurídicamente toda la compañía.
¿Qué tipos de quiebra existen?
Hay varios tipos de bancarrota, que se diferencian por el motivo que las produjo. Las clasificaciones principales son:
- Fortuita: La quiebra que se da por razones ajenas a la empresa o persona, como las circunstancias del mercado, la inflación o la recesión económica en el país.
- Culpable: Los administradores y otros empleados relacionados con la gestión de la empresa no lo hacen de la manera correcta o no cumplen con alguna de sus obligaciones.
- Fraudulenta: Si haces algo sabiendo conscientemente que afectará tu estabilidad económica, se considera fraudulenta.
Bancarrota vs insolvencia
Como ya te contamos, la bancarrota es irreversible, si la declaras ya no hay vuelta atrás y tu negocio ya no será viable. Esa es una de las principales diferencias con la insolvencia, pues aunque esta también se refiere a que —en el momento— no tienes la capacidad de pagar tus deudas, en este caso aún cuentas con opciones para salir a flote, como refinanciar. En ese sentido, la primera mencionada es definitiva, mientras que la segunda es temporal.
Cómo declararse en quiebra o bancarrota
Primero debes presentar ante el Juzgado Mercantil la solicitud aportando toda la información sobre tus activos, pasivos, bienes y deudas. Si se comprueba que efectivamente estás en una situación de quiebra, se declarará el concurso de acreedores.
Luego se te asignará un administrador concursal, que recopilará la información adicional que se requiera y se encargará de gestionar tus activos para liquidarlos y responder por tus deudas a los acreedores, o se diseñará un plan de pagos para que hagas frente a estas responsabilidades.
Consecuencias de la bancarrota
Una vez te hayas declarado en bancarrota comenzará el concurso, un proceso judicial en el que los acreedores tratarán de recuperar lo adeudado, así que tus bienes podrían ser liquidados. Asimismo, tu historial crediticio se verá afectado, lo que dificultará que accedas a créditos y préstamos en un futuro, al menos hasta que te hagas responsable de responder por tus obligaciones.
¿Es positivo declararse en quiebra?
Aunque la bancarrota es un escenario que debemos evitar, ya estando allí lo mejor es pensar en qué ventajas nos trae, las más destacables son:
- Los intereses no siguen acumulándose.
- Se detienen temporalmente los embargos.
- Es posible negociar con acreedores y proveedores para hacerle frente a las deudas a través de un aplazamiento o plan de pagos.
- Se facilita la renegociación de las condiciones de los créditos o préstamos.
- Te podrían exonerar de pagar algunas deudas.
¿Qué requisitos deben cumplir autónomos y particulares para declararse en bancarrota?
Las personas físicas, para declararse en bancarrota, tienen que ser insolventes, no haber sido condenado por delitos socioeconómicos (como fraude fiscal), que tus deudas no sean superiores a los cinco millones de euros ni menores a los doce mil euros; así como es requisito contar con varios acreedores y no haberse acogido a la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos cinco años.
Alternativas a declararse en quiebra
Antes de tomar la decisión de declararte en quiebra analiza otras alternativas como refinanciar, renegociar o reestructurar tus deudas; o, hacer un acuerdo extrajudicial de pagos directamente con los acreedores.
También puedes echar mano de la dación en pago si es que se trata de una obligación hipotecaria, o aprovechar el concurso de acreedores para liquidar bienes que permitan saldar tus deudas sin abandonar tu negocio y permitiendo que continúes con tus actividades.
En síntesis, la declaración de bancarrota se da cuando una persona o una empresa tiene tantas deudas que le es imposible cancelarlas, lo que la obliga a parar con sus actividades comerciales de forma permanente; por eso se dice que esta situación es irreversible (lo que la diferencia de la insolvencia, junto con que es definitiva), que se caracteriza porque los activos son menores que los pasivos y que afecta a toda la organización.
En el mismo sentido, la bancarrota puede ser fortuita, culpable o fraudulenta, y puede tener efectos negativos como manchar tu historial crediticio, pero otros positivos como paralizar los embargos y que no se sigan sumando intereses. Si crees que estás al borde de la quiebra, contáctanos, podemos asesorarte o recomendarte un abogado experto en el tema.
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