En España, muchas personas y empresas han atravesado por momentos difíciles por no tener el dinero suficiente para cubrir sus necesidades y verse obligados a endeudarse, agravando en incontables casos su situación por tampoco poder responderle a sus acreedores.
Ese es uno de los motivos por los que en el país urgía perfeccionar y agilizar el procedimiento que permite a los deudores insolventes cancelar sus deudas. Te hablamos de la reforma concursal y la Ley de Segunda Oportunidad, ¿sabes qué ha cambiado?
¿Qué es la reforma concursal?
La reforma concursal es la modificación de la Ley Concursal, un procedimiento jurídico que regula las situaciones de insolvencia presente y futura, así como los mecanismos que tienen los deudores para hacerle frente a sus deudas y recuperar su liquidez.
En esta, se plantea una regulación completa acerca de los pasos a seguir, los créditos a cancelar, los organismos con los que se pueden saldar deudas, los plazos y los costes por reducir en el procedimiento.
¿Cuáles son los objetivos de la reforma?
La reforma pretende solucionar las limitaciones que tenía el sistema de insolvencia español, modificando la extensa duración de los concursos, la liquidación del patrimonio como la alternativa en la mayoría de los casos y el bajo acogimiento a la Ley de Segunda Oportunidad; así como tiene como objetivo mejorar en cuanto a los instrumentos preconcursales y la duración de los concursos.
En ese sentido, también tiene como fin asegurar la continuidad de empresas y negocios viables, pero que se encuentran en dificultades financieras que amenazarían su solvencia y los podría llevar a concurso.
¿Desde cuándo está vigente?
La reforma de la Ley Concursal entró en vigencia el 26 de septiembre de 2022 luego de que se cumpliera la prórroga de un año que el Gobierno español había solicitado en julio del 2021, ya que en esa fecha no estaba preparado para transponer la Directiva de Reestructuraciones del Parlamento Europeo 2019/1023, acerca de la reestructuración preventiva, la exoneración de deudas e inhabilitaciones y sobre medidas para aumentar su eficiencia.
¿Cuál es el objetivo de la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad (LSO) tiene como objetivo que las personas físicas, específicamente los deudores insolventes que cumplan con ciertos requisitos, exoneren sus deudas a partir de mecanismos que les permiten cumplir sus obligaciones con los acreedores de acuerdo a sus posibilidades, para así recuperar su liquidez y su estabilidad económica.

Novedades en la Ley de Segunda Oportunidad
Con la reforma concursal también se modificó la LSO y ahora la Nueva Ley de Segunda Oportunidad elimina algunos requisitos y fases, mientras incrementa las posibilidades de acogerse a ella y conservar algunos bienes esenciales; así como amplía las deudas aptas para cancelar a través de ella.
En primer lugar, el acuerdo extrajudicial de pagos se suprime como requisito previo a la exoneración de las deudas, o sea que no tienes que intentar negociar con tus acreedores, sino que puedes ir directo a un juez para el establecimiento de un plan de pagos.
Además, se aclara un tema en el que antes había imprecisiones: la exoneración de deuda pública; pues se determina que es posible cancelar un total de 20.000 euros en deudas con Hacienda y la Seguridad Social, o sea, 10.000 euros con cada una.
Pero, en esta actualización se contempla la limitación de la exoneración, que se aplica en los casos en los que, si no se responde a los acreedores, estos pueden caer en insolvencia; un aspecto importante que beneficia a los acreedores más vulnerables, pero interfiere con la idea de cancelar tus obligaciones con estos.
Adicionalmente, entre las novedades está la reducción del plazo del plan de pagos, que pasa de cinco años a tres años si decides conservar tu vivienda habitual y no liquidarla; y, si se acuerda con los acreedores mantener un periodo más largo por presentarse un mayor riesgo de recobro.
En cuanto a la liquidación del patrimonio, antes era un requisito para acceder a la exoneración del pasivo insatisfecho, pero ahora puedes elegir entre liquidar todos tus bienes o solo una parte de ellos para seguir un plan de pagos y conservar tu vivienda habitual y algún elemento esencial para el trabajo, como tu coche.
Asimismo, con la NLSO se reduce el coste del procedimiento, ya que al eliminarse la fase del acuerdo extrajudicial también se suprime la figura del mediador concursal e, incluso, del administrador concursal, así como no se deben realizar pagos al notario, al Registro Mercantil ni a la Cámara de Comercio.
Por último, ya no te tendrás que preocuparte por los ficherosdemorosos, porque al acogerte a ella, los juzgados ordenan que se eliminen tus datos de sus registros.
En resumidas cuentas, la reforma concursal, que está vigente desde septiembre de 2022 y que modifica la LSO de 2015, tiene como objetivo solucionar los problemas que había antes en la Ley que dificultaban la exoneración de deudas a los deudores insolventes.
Por eso es que se acorta y abarata el proceso al eliminarse el acuerdo extrajudicial de pagos, suprimirse figuras como la del mediador concursal y no tener que pagar por honorarios de notario. Asimismo, se aclara que es posible cancelar deudas públicas y no liquidar todo tu patrimonio, sino acogerte un plan de pagos.
En caso de que quieras leer más sobre la reforma concursal y la LSO, y quizás acogerte a ella, comunícate con nosotros.
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