La situación financiera de una persona es volátil. Un día puedes tener un buen empleo, ingresos estables, excelente vida crediticia y hasta dinero extra para vacacionar con tu familia, comprar regalos a amigos o permitirte estudiar eso que siempre te gustó y no lo hiciste porque necesitabas un trabajo seguro.
Mientras que, al siguiente día, tu situación puede comenzar a no ir tan bien. Quizás tuviste un inconveniente en tu empleo y tu puesto de trabajo está en riesgo, olvidaste pagar una factura y estás en morosidad o los intereses de tus vacaciones o tu educación están jugándote una mala pasada.
Ese es solo un ejemplo de cómo sin preverlo puedes ser incapaz de responder a los préstamos o créditos que solicitaste estando en un mejor momento, así que en esta entrada te ayudaremos a responder a la pregunta: ‘‘¿cómo salir de las deudas si no tengo dinero?’’
El método bola de nieve
Cuando tienes deudas y no sabes cómo cubrirlas debes implementar alguna estrategia para cancelarlas, una de la que puedes echar mano es del método de la bola de nieve que consiste en ordenar tus deudas de menor a mayor para ir liquidándolas al asignar un presupuesto para el pago de cada una.
De esa manera utilizas cada dinero disponible que consigas para pagar la que menos balance tenga y cuando la saldes aumentas el presupuesto para cancelar las que le siguen.
Renegociación de deudas
Si no puedes pagar tus deudas también puedes recurrir a la renegociación de sus condiciones directamente con tus acreedores. Es decir, es posible evaluar si al cambiar aspectos como el plazo para pagarlas, el tipo de interés o el plan de pagos, se te facilita responder por ellas.
Este proceso, que también se puede llevar a cabo con un intermediario, te permite reorganizarte y puede ser una salida eficiente si los nuevos acuerdos que se contraen con los acreedores concuerdan con tus propias posibilidades.
Si recurres a esta opción sé cuidadoso con los efectos de no cumplir con tu compromiso y verifica qué costes conlleva realizar esa operación si decidiste cancelar el contrato de la deuda original para suscribir uno nuevo con la misma entidad u otra agencia.
Reunificación de deudas
Otra alternativa a la que puedes recurrir si no puedes pagar tus deudas en sus condiciones actuales es la reunificación de deudas, que consiste en agrupar todos los préstamos e hipotecas que tengas en uno solo, enfrentando así una sola prima mensual con el mismo tipo de interés y, generalmente, con un plazo de amortización mayor.
Con esta modalidad el coste final del préstamo suele aumentar, porque tardas más en saldarlo y se generan más intereses, pero te brinda un respiro para que organices tus finanzas y no caigas en impagos que te agranden los problemas, como ser registrado en un fichero de morosos.
La reunificación de deudas puede hacerse a través de empresas mediadoras que buscan cómo agrupar tus deudas con diferentes entidades o, por otro lado, tienes la posibilidad de hacerlo mediante el banco u organización con el que tengas la mayoría de tus obligaciones.
No olvides que este proceso está atravesado por un análisis de tus deudas e historial y la negociación con tus acreedores. Además hay costes correspondientes a honorarios por la operación, las cláusulas de cancelación si en el contrato de tus préstamos se contemplaba alguna y la formalización de la apertura de un nuevo préstamo.
Ley de Segunda Oportunidad
Si luego de conocer las otras opciones de las que hablamos aún no estás seguro de cuál elegir, no olvides que existe la Ley de Segunda Oportunidad que permite que los deudores insolventes cancelen la totalidad o una parte de sus deudas si cumplen con ciertos requisitos.
Esta, que fue creada en 2015 pero modificada en el 2022, ahora brinda la oportunidad de que canceles varios tipos de deudas, incluidas las públicas, y/o negociar un plan de pagos para liquidarlas en tres o cinco años.
Es decir que si tienes deudas y no tienes dinero para pagarlas, no todo está perdido, hay diferentes maneras de ajustar tus condiciones para responder por ellas y no tener problemas con los acreedores; como renegociándolas para cambiar los intereses, la prima o el plazo de amortización.
O, también cabe la posibilidad de reunificarlas en un nuevo préstamo para hacerle frente a una sola prima durante más tiempo, con un coste final más alto, pero con la tranquilidad de que tienes la capacidad de pagar las cuotas y no caer en impagos.
Adicionalmente, la Ley de Segunda Oportunidad podría ser la mejor opción para ti si eres insolvente, pues permite cancelar tus deudas e, incluso, hay deudores a los que les son perdonadas a través del BEPI porque no cuentan con patrimonio para liquidarlo.
Sea cual sea tu decisión o situación tenemos especialistas para acompañarte a hacer cada proceso y ponerte en el mejor escenario de cancelación de deudas, ¡escríbenos!
